Santa María de las Hoyas es un pequeño pueblo enclavado en el Cañón del río Lobos. Esta en la carretera que discurre entre el puente de los Siete Ojos y Ucero. Su naturaleza es espectacular, desde el farfallón conocido como el Castillo y su ermita se domina todo el pueblo. También el pinar de fondo y dirigiendo la mirada al otro lado las montañas de la sierra de Madrid.
Sus vecinos viven de la agricultura, ganadería y del aprovechamiento maderero de pinos y como aquí se dice “jabinas”. Como buen pueblo pinariego sus tradiciones perduran. Tales como a pingada del mayo que los mozos hacen a la manera tradicional, sus roscas de semana santa y los juegos de pelota en el imponente frontón.
Paisajes increíbles
Pero es su paisaje kárstico el que deja joyas sin igual como sus increíbles cuevas y simas. Se me vine a la mente los Candalones, Covalagua, sus vistas del cañón desde el Castillo Billido y la Auseca. Esta es una pequeña «fuentona» de que surge cuando el cañón está repleto de agua, se llenan todos los ojos del puente y mana un agua cristalina de esta oquedad.
Los días pasan tranquilos entre los paseos a la fuente del Pino, al depósito, la vuelta a Valdelmulo. También hay quien se acerca hasta Muñecas, pueblo pedáneo de Santa María. Los chatos en los bares, los pitidos y anuncios de los vendedores ambulantes, acercarse a comprar en la Vicenta que tiene un poco de todo y por las tardes en la asociación charlar y jugar a las cartas. Un pueblo vivo que en los puentes , vacaciones y en su semana cultural. Se llena el aire de los gritos de los niños jugando en sus calles, los coches que pasan. Hasta las jotas y canciones que alargan las meriendas en el Cubillo y que se desborda en sus fiestas el 14 de Septiembre cuando todos vuelven orgullosos a bailar a su Virgen, a disfrutar de la pelota a mano y de la caldereta de cordero.
Esperamos que visites Santa María de las Hoyas en tu visita a la provincia.